Una década de transición (2010-2019)
La presente década supuso una nueva época de búsqueda de estabilidad tanto en la posición de quarterback como en la del cuerpo técnico (staff de entrenadores).
Nuestra franquicia luchó por conseguir pasados logros, pero a menudo vencía la frustración a los éxitos siendo una década de cambios constantes en busca de una estabilidad añorada que los llevara a mayores cotas.
Empezamos nuestro recorrido por la presente década en 2010, última temporada completa de nuestro head coach Tony Sparano. En esta temporada el equipo terminó con un récord de (7-9) aunque dio destellos de competitividad, este resultado significó el final de una temporada decepcionante
Sin embargo, el año 2010 estuvo marcado por una estabilidad financiera que propició la actualización de la franquicia y sus activos. En esta línea, la estrategia de Stephen Ross tuvo por un lado un objetivo principal, la renovación y actualización del Sun Life Stadium (anteriormente llamado Dolphin Stadium) y por otro tuvo el objetivo de mantener la emoción y las esperanzas del público. Para ello, se adquirió a Brandon Marshall (wide receiver) procedente de los Denver Broncos dejando claro que la estrategia de S. Ross era adquirir talento premium costara lo que costara
Desde el punto de vista social, la comunidad de Miami siguió asistiendo al estadio de manera regular y la Miami Dolphins Foundation siguió aportando su valor filantrópico a la comunidad.
La siguiente temporada, 2011, estuvo marcada por la salida de Tony Sparano a mitad de temporada.
Todd Bowles, coordinador defensivo fue nombrado entrenador interino logrando un (2-1) al final de dicha temporada. No obstante, el cambio de entrenador provocó malestar entre los aficionados, dividiendo a los que creían necesario el cambio y lo que preferían mantener la confianza en Sparano a la espera de un cambio de rumbo
A destacar que, a pesar de la modesta temporada, la defensa se colocó como una de las más seguras (la sexta en el ranking de defensa), siendo nuestro principal punto de dolor la inconsistencia ofensiva.
En este año, Miami Dolphins incorporó a Mike Pouncey en la primera ronda del draft (con la selección nº 15), el cual se convirtió en un emblema de la línea ofensiva
En el año 2012, la llegada de Joe Philbin supone un cambio necesario en Miami, tanto por su propia incorporación con el objetivo de inculcar una cultura de disciplina y “El estándar de los Dolphins” como por la incorporación vía draft (pick nº 8) al nuevo quarterback Ryan Tannehill quien se convirtió en QB1 de manera inmediata finalizando la rotación en dicha posición que era denominador común las últimas temporadas.
Otro aspecto que destacar fue la incorporación del agente libre Mike Wallace un wide receiver de gran velocidad, en un intento de desarrollar una ofensiva de pases largos que complementara a Tannehill.
Desde el punto de vista económico, Stephen Ross, intensificó la búsqueda de fondos públicos para la renovación del estadio, argumentando que dicha renovación permitiría la celebración de eventos como la Superbowl en Miami con el consiguiente rédito económico para la ciudad. Esto genero un acalorado debate entre los partidarios de la renovación del estadio con fondos públicos argumentando la riqueza que se aportaba a la ciudad, y aquellos que opinaban que los fondos públicos debían destinarse a otro tipo de causas.
En la temporada del 2013, nuestro equipo luchó por una posición en play offs vía Wild Card hasta las dos últimas jornadas, finalmente con un récord (8-8) quedó fuera de la lucha por entrar en los play offs aumentando la presión sobre Joe Philbin. Tal presión llegó a cuestionar si Philbin era el entrenador adecuado ante la mejora de Tanehill y el dominio por momentos de la defensiva liderada por Cameron Wake y Olivier Vernon
La temporada 2013 de los Miami Dolphins estuvo dominada por el Escándalo del Bullying , que surgió cuando el liniero ofensivo Jonathan Martin abandonó el equipo acusando a su compañero Richie Incognito y a otros de un patrón de acoso. Este incidente se convirtió en una noticia nacional, desencadenando un debate social y ético sobre el bullying en el lugar de trabajo, la salud mental de los jugadores y la cultura de los vestuarios deportivos, lo que resultó en una investigación de la NFL y un daño significativo a la imagen del equipo y el cuestionamiento del liderazgo de la gerencia y del entrenador.
El año 2014 mantiene los resultados mediocres (8-8) en relación a las expectativas generadas gracias a una defensa competitiva, pero a una ofensiva que no dio el salto definitivo pese a que Ryan Tannehill estableció un nuevo récord de franquicia en yardas por pase.
Un paso atrás supuso el año 2015, con un récord de (6-10) Dan Campbell sustituirá a Joe Philbin como entrenador interino. Campbell inyectó en la franquicia energía, pasión y una pizca de entusiasmo entre los seguidores lo cual fue un breve periodo de alegría ya que finalmente no pudo reconducir el rumbo de la franquicia.
En marzo de 2015 se firmó la incorporación del jugador defensivo Ndamukong Suh, lo que supuso la mayor inversión de una franquicia en un jugador defensivo
Tras fracasar los planes de Stephen Ross de recibir fondos públicos para renovar el estadio, anunció un plan de renovación de 400 millones de dólares (aunque finalmente tuvo que aportar algo más de 500) asegurando el futuro de la franquicia y la estancia en la ciudad de Miami
La temporada 2016 fue la más exitosa de la década, poniendo fin a una larga sequía de playoffs. La temporada finalizó con un (10-6). La incorporación del nuevo head coach Adam Gase fue vista como la mejor persona para sacar el máximo partido a las cualidades de Ryan Tannehill. Este hecho más la incorporación del running back Jay Ajayi quien registró un récord de más de 1200 yardas en la temporada y tres partidos con más de 200.
A pesar de perder el partido de Wild Card frente a los Pittsburgh Steelers, el simple hecho de acceder a playoffs supuso una renovación en el optimismo de los aficionados carentes de alegría en temporadas pasadas. Por último, este año Stephen Ross anunció el cambio de nombre del estadio, Hard Rock Stadium tal y como lo conocemos actualmente, lo cual aportó una mayor financiación y estabilidad a la franquicia.
El año 2017 será recordado la vuelta a la decepción y por la lesión de Ryan Tannehill en el training camp. Esta y otras lesiones llevaron al equipo a un decepcionante (6-10) dejando al equipo fuera a las primeras de cambio. La temporada supuso un fracaso, dejando al entrenador muy cuestionado pese a los registros logrados la temporada anterior.
Adam Gase será despedido en la temporada 2018 al lograr un récord de (7-9) destacando como momento deportivo más relevante el “Milagro de Miami” jugada archiconocida en la que los nuestros gracias a una jugada lateral en el último segundo nos dio la victoria frente a los New England Patriots, resultado que provocó gran entusiasmo entre la afición pero que no sirvió para salvar la temporada. Este año también supuso el final de la era Tannehill empezando nuevamente la búsqueda del nuevo quarterback que nos llevará a mejores resultados. Gase por su parte también salió de la franquicia iniciándose un nuevo periodo de reconstrucción.
La temporada 2019 quedará como el punto más bajo de la década en relación con los resultados deportivos cosechados con un récord de (5-11) y una serie de derrotas humillantes que sugirieron un esfuerzo intencionado de “tanqueo” por parte de la franquicia.
El año marcó el inicio de una nueva era con la contratación del entrenador en jefe Brian Flores , quien se enfocó en instaurar una cultura de disciplina y coraje. Esto se reflejó en una total reconstrucción desmantelando talento en favor de varios picks de draft para el año que viene provocando un intenso debate entre los aficionados al percibir este movimiento como una traición al equipo, mientras que otros, percibieron el movimiento como una estrategia necesaria para poder reconstruir un nuevo equipo en busca de grandes éxitos
A continuación, y para terminar citaremos a tres de los jugadores más destacados en la presente década.
Cameron Wake fue la estrella defensiva indiscutible de los Miami Dolphins durante casi toda la década. Cameron fue uno de los mejores pass rushers de toda la liga. Seleccionado Pro Bowl cinco veces y All Pro en numerosas ocasiones.
Terminó su carrera en Miami con un total de 98 sacks lo que le permiten mantenerse como uno de los mejores en la franquicia, gracias a su aportación el equipo pudo mantener su competitividad en esta década tan decepcionante
Ryan Tannehill fue la figura central de la ofensiva. Seleccionado en la primera ronda del draft del 2012, se hizo con el puesto titular desde el primer momento, parando la rotación de quarterback de la franquicia. Tannehill estableción varios récords de la franquicia a lo largo de su carrera aunque sólo tuvo una única participación en los playoffs
Ndamukong Suh fue el símbolo del intento de Stephen Ross por adquirir talento premium a cualquier costo para impulsar al equipo. Su contrato supuso la mayor inversión en la NFL por un jugador en su posición. Pese a las críticas que recibió por su gran contrato, Suh fue una verdadera fuerza física en la línea defensiva del equipo junto a Cameron Wake
