La primera década de los 2000

Publicado: 4 diciembre 2025 13:32

El final de ciclo que supuso la retirada de nuestro emblemático QB Dan Marino dio paso a una nueva década en la que nuestros Miami Dolphins buscarán un nuevo rumbo gracias a la contratación del discípulo del archiconocido Jimmy Jhonson llamado Dave Wannstedt, quien asumirá la tarea de entrenador con la intención de mantener la continua competitividad de nuestra franquicia

Esta primera temporada, contra todo pronóstico tuvo un resultado esperanzador con un notable 11-5 logrando el campeonado de la AFC Este y manteniendo la tan buscada competitividad, pero ahora con una variable significativa, la falta de nuestro emblemático Dan Marino, suplida por un notable Jay Fiedler

Será ya en la siguiente temporada (2001) que, aunque nuestro equipo mantuviera el nivel de competitividad replicando otro 11-5, se empezó a ver las grietas del nuevo equipo de Dave Wannstdet con una defensa más que notable pero un juego terrestre inconsistente y un juego aéreo limitado. Esto presentó un panorama preocupante para nuestra franquicia con un equipo demasiado bueno en defensa, pero sin talento ofensivo para lograr grandes objetivos en la temporada

Este nuevo escenario provocó un movimiento audaz por parte de nuestro equipo, la contratación de Ricky Williams (quien terminó convirtiéndose en líder natural de nuestro equipo), talentoso running back proveniente de los New Orleans Saints. Esta nueva incorporación aportó talento a nuestra ofensiva, liderando la temporada en yardas terrestres con 16 TD, no obstante, la incorporación del nuevo running back no fue suficiente para evitar la caída de los nuestros terminando con un 9-7 (temporada 2002).

La siguiente temporada (2003), nacía con la esperanza de contar con una sólida defensa y un gran baluarte, como era Ricky Williams, que prometía un crecimiento en relación con la temporada anterior. Sin embargo, esta temporada supuso una nueva decepción, con los nuestros fuera de playoff por segundo año consecutivo y una crisis abierta entre la dirección de la franquicia y el cuerpo técnico, agravada por el surgimiento de una nueva dinastía a manos de Tom Brady, de la mano de Bill Belichick, y sus New England Patriots, que ya empezaban a dar muestra de lo que iban a conseguir en años posteriores

La temporada 2004 supuso el año más caótico de esta década. Todo comenzó con la repentina retirada de nuestro reciente baluarte, Ricky Williams, quien alegó motivos personales que le llevaron a rechazar todo tipo de “presiones”, tanto de la franquicia, como del mundo de la NFL. Esto, evidentemente, fue un duro golpe para nuestro equipo, diezmando nuestra línea ofensiva y dejándolo con un vestuario totalmente fracturado.

Esta misma temporada, Dave Wannstedt (mes de noviembre) presentó su retirada dejando al equipo con un resultado de 1-8. A partir de este momento, Jim Bates tomó el mando del equipo, finalizando la temporada con un decadente 4-12, la peor marca en décadas de nuestra franquicia. Como única nota a resaltar en dicha temporada, debemos citar la victoria a manos del nuevo entrenador frente a los New England Patriots dejando patente que nuestra franquicia al menos mantenía vivo el orgullo.

Toda esta situación llevó a nivel institucional a tener una certeza absoluta, el equipo necesitaba una reconstrucción total, con la intención de empezar un nuevo rumbo que pudiera llevar al equipo épocas de gloria pasada.

Esta reconstrucción total, empezó con la incorporación de Nick Saban, quien trajo consigo un enfoque disciplinado y táctico, manteniendo un gran nivel en la defensa y una sustancial mejoría con la incorporación de Ronnie Brown (pick nº 2 del draft del 2005 a manos de Miami Dolphins). Todo esto se tradujo en un récord de 9-7 con señales evidentes de progreso en el equipo.

La temporada siguiente, 2005 se presenta con altas expectativas tras el fantástico final de temporada y la reciente adquisición de Daunte Culpepper, ex estrella de los Minnesota Vikings, que, recién salido de una lesión la franquicia de Miami esperaba que éste recuperara sus mejores números de antaño. Desgraciadamente, esto nunca sucedió y nuestra ofensiva se estancó.

Dicha temporada finalmente se cerró con un modesto 6-10 y con la salida de Nick Saban en enero de 2007, para volver al Football colegial en Alabama donde desarrolló una dinastía que pasaría a la historia. Esto supuso un nuevo paso atrás en nuestra franquicia, ya que esto suponía volver a partir de cero una vez más.

La temporada 2007 se recordará como una lamentable temporada, perdiendo los primeros 13 partidos y cerrando la temporada con un triste 1-15 a manos de un nuevo entrenador llamado Cam Cameron, tal es así que en la jornada 15 la victoria contra los Baltimor Ravens se celebró en la ciudad como si fuera un título ya que evitaba la ignominia de terminar la temporada en blanco (0-16)

Ante este panorama, la propiedad (Wayne Huzienga), comenzó una reestructuración total, empezando con la incorporación de Bill Parcells en enero de 2008 como vicepresidente de operaciones de football.

Bill Parcells, nombró a Tony Sparano como entrenador y fichó al veterano Chad Pennington como QB, recién liberado por los New York Jets.

Estos cambios que comentamos supondrán una de las mayores transformaciones de la NFL volteando los resultados a un más que notable 11-5 lo que les sirvió para ser una vez más los campeones de la AFC Este

Tanto el resultado de la temporada como el campeonato comentado fueron los frutos de un trabajo que partía de la disciplina, el juego terrestre y de una ofensiva creativa la cual fue conocida como la Wildcat Offense

El reciente campeonato provocó que la temporada de 2009 naciera con unas expectativas altas, pero pronto la realidad se impuso, en parte porque la Wildcat Offense perdió su fuelle debido a que los rivales ya conocían el esquema de este, y en parte por la falta de juego aéreo que provocó que los Miami Dolphins perdieran equilibrio lo que se tradujo en un triste 7-9

En definitiva, la década que nos atañe sería una época de grandes contrastes donde lo más significativo fue que nuestra franquicia tuvo seis entrenadores, tres gerentes generales y más de una docena de quarterbacks entre el año 2000 y 2009.

A nivel institucional, lo más destacado fue el relevo que Stephen Ross (actual propietario de la franquicia) dio a Wayne Huizenga cuando éste adquirió parte de la propiedad (antes de hacerse dueño de principal unos años más tarde).

La llegada de Stephen Ross trajo a la franquicia un nuevo impulso económico donde se buscó una combinación de espectáculo y negocio cuyo primer impacto fue la modernización del Hard Rock Stadium y el impulso de los Miami Dolphins como marca deportiva global.

Por último, no podemos despedirnos sin citar a tres jugadores emblemáticos en esta década:

Ricky Williams, running back, líder en yardas de la NFL en el año 2002 con un total de 10.009 yardas a lo lardo de su carrera, llegó a Miami en el 2002 traspasado de los New England Saints. Mostró desde su llegada efectividad acompañado de un estilo físico y explosivo. Importante tener en cuenta que se retiró en 2004 regresando en 2005, sufrió una sanción en 2006 y no fue hasta el 2008 con Tony Sparano cuando volvió a brillar su juego, de ahí que las cifras conseguidas por este maravilloso running back sean más destacadas en su carrera

Ronnie Brown, running back de selección nº 2 de Miami Dolphins en el draft el 2005, consiguió su máximo esplendor con Tonny Sparano cuando se implementó la Wildcat Offense, ejecutando la misma a la perfección devolviendo a Miami Dolphins a ser protagonista del juego una vez más.

Chad Pennington, quarterback proveniente de New York Jets, llegó a nuestra franquicia en 2008 desarrollando su liderazgo, experiencia y precisión logrando un cambio radical en el equipo lo que se tradujo en resultados espectaculares de un 1-15 a un 11-5 y logrando el titulo divisional en 2008. Pennington se caracterizó por desarrollar su trabajo de manera eficiente y profesional llevando a la franquicia una nueva esperanza en el equipo