Quinn Ewers: Una apuesta de futuro para los Miami Dolphins
Aunque gran parte del foco mediático del Draft 2025 se centró en la caída de Shedeur Sanders hasta la quinta ronda, el descenso de Quinn Ewers hasta la séptima fue igualmente sorprendente.
El exQB de Texas, considerado uno de los prospectos más prometedores en su etapa pre-draft, terminó siendo seleccionado por los Miami Dolphins con el pick número 231.
Según explicó el GM de los Dolphins, Chris Grier, el interés por Ewers se consolidó en el Pro Day de Texas en 2024.
Allí, Grier y el HC Mike McDaniel tuvieron la oportunidad de reunirse personalmente con el jugador y conversar extensamente con el entrenador de Texas, Steve Sarkisian.
Sarkisian, una figura respetada en el mundo del fútbol americano, destacó la resiliencia mental y competitividad de Ewers, quien jugó gran parte de la temporada pasada lidiando con lesiones.
El contexto no era sencillo: a la presión habitual se sumaba la presencia del prometedor Arch Manning en el roster, y aun así Ewers logró mantener la titularidad y el apoyo de sus compañeros.
La relación entre Sarkisian y el entorno de Miami ayudó a cimentar esta selección.
Grier mantiene un vínculo indirecto con Sarkisian a través de su padre, Bobby Grier, quien trabajó junto a Pete Carroll en los Patriots, mentor clave en la carrera de Sarkisian.
Esa confianza se tradujo en movimientos de recomendación entre staffs técnicos recientes, mostrando una red de relaciones que acabó influyendo positivamente en la evaluación del quarterback.
Además, McDaniel comparte ciertas afinidades tácticas con Sarkisian, especialmente en el uso intensivo de movimientos pre-snap y jugadas diseñadas para aprovechar la velocidad de los receptores en rutas cortas e intermedias.
Aunque Ewers no terminó de consolidarse como una estrella en el nivel universitario, sí mostró un perfil muy claro:
- Precisión en pases cortos y de ritmo rápido
- Capacidad de mantener el control bajo presión
- Facilidad para ejecutar sistemas basados en el run-pass option (RPO)
Estos atributos encajan perfectamente en el esquema ofensivo de McDaniel, que prioriza la velocidad, la separación de los receptores y minimizar las exigencias de potencia de brazo en lanzamientos profundos.
De hecho, algunos ojeadores de la NFL compararon a Ewers con el propio Tua Tagovailoa en su perfil de “distribuidor eficiente” más que como lanzador vertical.
Con Tua bajo contrato por casi $140 millones en los próximos años y Zach Wilson intentando reinventarse como suplente en Miami, Ewers no afronta presión inmediata.
El contrato de novato por un valor aproximado de $4 millones en cuatro años representa una inversión mínima para un jugador que alguna vez fue considerado un talento generacional.
Su principal reto será mejorar su mecánica de lanzamiento, especialmente en jugadas que requieran generar potencia desde la base, un aspecto que quedó rezagado posiblemente por las lesiones y que limitó su desempeño en Texas.
La selección de Quinn Ewers representa una apuesta de bajo riesgo y alto potencial para los Miami Dolphins.
Apoyados en relaciones de confianza y en un esquema ofensivo que encaja con las habilidades actuales del mariscal de campo, los Dolphins buscan moldear a un prospecto que, aunque haya perdido parte del brillo de sus primeros años, todavía tiene tiempo para redescubrir su mejor versión en la NFL.